Con una narrativa inmersiva y pícara que presenta múltiples finales, combinada con una mecánica épica de conducción de aerodeslizadores, SmuggleCraft se juega como ningún juego de carreras antes. Además, el mundo se está cayendo a pedazos. Como contrabandista en una sociedad en la que los viajes, el comercio y la tecnología están muy regulados y son prácticamente inaccesibles para la mayoría, tus envíos podrían decidir el destino de tu mundo. Tienes un aerodeslizador rápido y una gran deuda.
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