Por lo tanto, esta operación sólo se realiza a las personas en su lecho de muerte, para hacer realidad lo que desearon haber hecho en vida pero. Pero sólo dentro de sus propias mentes. Debido a la profundidad de dicha intervención, la nueva vida se convierte en lo último que los pacientes recuerdan antes de exhalar su último aliento. La doctora Rosalene y el doctor Watts tienen un trabajo un tanto peculiar: Dan a las personas otra oportunidad de vivir sus vidas de nuevo, de principio a fin.
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