Pero este fugaz destello de luz se extingue rápidamente cuando Aya es sacudida de su sueño por el sonido de los gritos de su padre. Triste, sola y desesperada por algo que la ayude a revivir tiempos más felices, Aya le pregunta a su padre si pueden hacer algo especial en memoria de su madre perdida. El padre de Aya está de acuerdo y la acuesta, prometiendo hacer de mañana un día mejor. En vísperas del aniversario de la muerte de su madre, Aya reflexiona sobre el pasado. Ella salta de la cama.
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